Escondida tras los visillos de su ventana con vistas al patio, nada se le escapa a Yvette. Tiene solo 95 años y, tiempo atrás, fue portera del edificio al que llama hogar desde hace 64 años.
Los relojes apenas dejan espacio para moverse por su piso, un lugar que no ha abandonado en seis años. El instinto de la portera sigue intacto: a esta venerable mujer no se le escapa una y no tiene miedo de decir lo que piensa… sin importar quién escuche.
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UncortometrajedocumentaldirigidoporJulien Potart Fotografía: Julien Gidoin Sonido: Camille Limousin Música: Virgile Allien Etalonaje: Ishrann Silgidjian Mezcla de sonido: Xavier Thieulin Gracias a Jodie Clifford Traducción y subtitulación: Sara Gil Mateos, Rosselena Albornoz y Lilián Borgeaud
Entrevista
Julien Potart
Director
“Yvette era un personaje muy conocido en el vecindario, ¡famosa por llamar a las cosas por su nombre!”
Preséntese brevemente, Julien.
Hago documentales. También he trabajado en publicidad, pero los documentales son mi fuerte. No hay que decir más que, donde sea que vaya, en especial cuando estoy filmando en el exterior, compro DVD de documentales que no se transmiten en Francia.
Mi otro oficio es planificador. En esta labor, me ocupé de la organización de los encuentros nocturnos Club Docu, en el Gaîté Lyrique de Paris. Pasaba películas hechas en el extranjero que no se habían visto en Francia. Hace unos meses, también lancé la serie de encuentros Food/Film: películas con formato de menú de degustación. Básicamente, el público mira un documental sobre comidas, el arte culinario, nutrición, etc., antes de zambullirse en una experiencia social en donde se degustan los mismos platos que se ven en pantalla. ¡Es muy interesante!
Cómo conociste a Yvette?
Yvette era la conserje del edificio donde yo vivía en París. Era un personaje muy conocido en el vecindario La Rue de Lappe, ¡famosa por llamar a las cosas por su nombre! No la conocí cuando ella trabajaba; ya se había retirado cuando yo me mudé.
Unos amigos que tenían una oficina en el patio del edificio sí la conocían. Me contaron que los repartidores siempre estaban en guardia debido al instinto combativo de Yvette cuando veía caras nuevas. Me di cuenta de su ímpetu cuando los comerciantes intentaban aparcar en el patio. ¡Yvette era la primera en recordarles que no estaba permitido! Su manera de anunciarlo por la ventana era inconfundible. Pero antes de hacer la película, yo nunca había hablado con ella.
La conocí realmente cuando comencé a interesarme por las plantas del patio. Todas las noches, yo las regaba un poco, y cuando era el turno de las que estaban bajo su ventana, ella asomaba la cabeza y charlábamos. No eran charlas largas, pero se hicieron un hábito. Nunca antes me había invitado a su apartamento, pero el nuevo conserje pasaba todos los días. Él me contaba sobre la vida de Yvette y demás…
Un día pregunté si podría ir a visitarla por la tarde, solo para charlar y filmar algo. No fue necesario persuadirla.
“Sin embargo, su alegría no empaña su ímpetu en lo más mínimo; es una mujer que ha atravesado muchas dificultades y ha salido adelante sola.”
Es importante mencionar que, lamentablemente, Yvette murió hacia fines de 2022.
Sí. Y esta clase de películas era algo que yo había anhelado hacer con mi abuela, pero nunca pude. Es algo que siempre lamenté, así que no quería perderme la oportunidad otra vez.
Yo quería saber más sobre Yvette y eso fue la chispa que dio origen a la película. Ella era una mezcla de rumores del vecindario, pero yo quería llegar a conocerla de primera mano. Las historias abundaban, y yo quería ir directo al grano.
Además, durante nuestras breves charlas, supe que quedaría muy bien en una película. Tenía una voz única y contaba sus historias a su propio modo. ¡También su apartamento era una perla! Un vecino mío, fotógrafo, me lo describió: tenía sus pájaros, sus relojes y cosas por el estilo. Quería verlo con mis propios ojos.
También veía que le faltaba compañía. Si bien ya no podía salir más, no desperdiciaba la oportunidad de hablar por la ventana con los que pasaban. Me dije que, aunque no hubiese garantía de éxito, una tarde filmando juntos era una buena excusa para que ella socializara. Eso, al menos, sería algo…
La película te dibuja una sonrisa. Se puede apreciar su alegría y calidez.
Creo que la película es un reflejo del tiempo que pasé con Yvette. Fui a verla con Julien, camarógrafo cuyo trabajo aprecio mucho, y con Camille, ingeniera de sonido. Si bien Yvette estaba algo apabullada por todos los equipos, pronto recuperó su faceta divertida. Le gustaba ganarse a las personas, y era una experta en ello. Gracias a eso, filmamos con mucha comodidad.
Se sentó en su silla favorita y empezamos a conversar. Por momentos dejaba de hablar para atender sus pájaros o mirar televisión. Al fin de cuentas, el tiempo que pasamos juntos vibró en una sintonía de abuela-nieto. Yo quería transmitir esto en la película, así que me aseguré de dejar espacio para esos pequeños momentos que te hacen sonreír. Pero su alegría no empaña su ímpetu en lo más mínimo; es una mujer que ha atravesado muchas dificultades y ha salido adelante sola.
¿Qué planes tienes?
En los últimos dos años, me he abocado a la creación de una plataforma de documentales: sitnwatch.tv. Si 99 es el yang, esto es el yin, en el sentido de que solo incluyo documentales de larga duración y solamente se agrega uno nuevo por mes.
Ahora tengo más tiempo de volver a centrarme en hacer películas, así que estoy en plena tarea de desarrollar nuevos documentales que espero hacer pronto. Además, estoy trabajando en la planificación del Paris Surf and Skateboard Film Festival, que, como su nombre lo indica, es un festival de cine en el que se celebran estas dos pasiones. Nuestro pequeño equipo de entusiastas está preparando la 9.a edición, ¡y aún nos queda mucho por hacer!
¿Puedes decir unas palabras sobre 99 y la accesibilidad a tus películas gracias a los subtítulos en varios idiomas?
Es grandioso que la película pueda encontrar un lugar entre audiencias nuevas. Espero que inspire a otros a vincularse con sus vecinos, en especial, si son personas ancianas y viven solas.
¿Recomendarías alguna película de tu preferencia en la plataforma 99?
Me gusta mucho El club del tedio. Me encanta la gente que comparte aficiones de nicho, así que esta película ¡de veras me llegó a lo más profundo!
Además, me encanta la idea de ser disruptivo, de mostrar algo que no sea el lado bonito y reluciente de la vida. Celebrar lo que es normal (alguien podría decir «aburrido») tiene su propio mérito. ¡De hecho, estoy a la espera de una versión ampliada!
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